Comenius es
considerado el padre
de la Pedagogía. Fue teólogo, filósofo y pedagogo,
pero su fuerza
está en
su
convencimiento de que la educación tiene un importante papel en el
desarrollo de las personas,
en
el esfuerzo que hizo para que
el conocimiento
llegara a
todos, hombres y mujeres por igual,
sin malos tratos, buscando la alegría
y motivación de los alumnos. El establecimiento de la pedagogía
como ciencia autónoma y la inclusión en sus métodos de ilustraciones y
objetos, hicieron de él pionero de las
artes de la educación y de la didáctica
posterior. Ideó
las bases para la
cooperación intelectual y política entre los estados, lo cual dio como
resultado el concepto de «federación
de los pueblos»,
idea que lo coloca como precursor del pensamiento moderno.
En Orbis
Pictum,
muestra un mundo visible en dibujos, un libro para el aprendizaje
del latín, que parece ser el primer libro ilustrado para niños.
Su gran obra,
Didáctica Magna, le hizo famoso en toda Europa
y dio una gran importancia al
estudio de las lenguas.Comenius. Biografía
Jan Amos Komenský, en
latín Comenius, nació el 28 de marzo de 1592.
Sus padres
decidieron
bautizarlo con el nombre de Juan Amós Comenio en
honor a Juan de Huss del cual deseaban fuera imitador.
El lugar de
nacimiento es incierto, pues pudo ser Komná
(de ahí
Komenský), una pequeña aldea en la que
vivieron sus padres, Nivnice, donde pasó su niñez o Uherský Brod en
Moravia (actual república Checa), pueblo al que fue a vivir durante su
niñez y en el que se conserva un museo a su nombre. Murió en Ámsterdam
el 15 de noviembre de 1670.
Para entender su existencia y su obra es necesario
conocer que vivió
una época
convulsa,
en
una Europa en guerra, la de los 30 años, una serie de conflictos,
generalmente entre católicos y protestantes. El
panorama ideológico,
político, religioso y económico de Europa era muy complejo debido a los
terribles y sangrientos movimientos de reforma y contrarreforma,
cuando los credos religiosos dirigían las políticas, el
mundo se explicaba según la Biblia
y cualquier desviación
de los
preceptos equivalía a una herejía que se pagaba
a veces con la vida.
La
familia
de Comenius pertenecía a
la
Hermandad,
modesta iglesia fundada en 1547 por Rehor
(seguidor del movimiento basado en las ideas reformistas del sacerdote y
teólogo Jan Hus). Allí se predicaban ideas muy radicales con las que
querían llevar a la iglesia a recuperar la sencillez de la primitiva
sociedad cristiana, por lo que la Hermandad fue perseguida desde un
principio. La iglesia fue prohibida y sus miembros acosados. Muchos de
los hermanos murieron martirizados, sin embargo, la Hermandad persistía.
Las lecturas comentadas por su padre le
fueron ayudando a desarrollar su pensamiento crítico, y sus ideas sobre
la fe en la justicia que tarde o temprano llegaría.
Tras morir
sus
padres y perder
sus pertenencias en un terrible incendio
huyó
en compañía de su tía buscando su porvenir.
Sus
estudios
Aprendió
el latín,
le gustaba leer a los poetas, Virgilio, Ovidio, Cicerón, y con la misma
atención leía la Biblia. Con entereza y valentía expresaba sus
desacuerdos sobre algunos textos ante sus profesores, acostumbrados a
que los alumnos obedientemente repitieran las doctrinas preestablecidas.
Sus preguntas los desconcertaba, pues veían que era directo y pensaba
libremente. Su espíritu crítico le hizo merecer que lo enviaran a la
Universidad de Herborn -escuela de gran prestigio- donde enseñaban los
mejores profesores. Criticaba
el método
memorístico con el cual
los
maestros
le
obligaban
a aprender pasajes bíblicos, cánticos religiosos
y preguntas de catecismo,
relegando a segundo plano la lectura, la escritura y el cálculo. Lo veía
como una pérdida de tiempo, pues exigía años de aprendizaje
cuando, pensaba él, si se hubiera buscado
el interés de los estudiantes
se
podía aprender en unos cuantos meses.
Esto le llevó, en contraposición a la memorización de reglas ininteligibles,
a redactar manuales
para aprender lenguas
de una forma natural, como se aprende la propia en la
infancia,
basándose en frases
y no
en
reglas,
que
debían
ser redactas después por el aprendiz,
tras
dominar la lengua
aprendida.
En la
universidad de Heidelberg,
(entre 1611
y 1614) se introdujo en el
mundo de las ciencias naturales,
que
giraban alrededor de la teología
y comenzó a planificar, siguiendo a
Ratke,
pedagogo alemán
que proponía nuevos métodos de
enseñar (inventor del término
didáctica), la sistematización
de la pedagogía. Las ideas de
Copérnico,
que
demostraba
que el sol, y no la tierra, eran el
centro de nuestro sistema planetario,
las comparaba Comenius analógicamente con su idea de
que el centro del sistema escolar no era el
maestro, considerado así en ese entonces, sino el alumno.
Comenius, en su etapa de juventud,
criticó con dureza a la
religión católica
por los
muchos crímenes
que realizaba
por
debilidad, venganza o ceguera.
Se hizo muy crítico ante cualquier
religión o ideología e intentó
la reconciliación y unidad de todas las
religiones protestantes.
A su vuelta de la la Universidad de
Heidelberg, ya en su tierra, entre Prevov y Fulnek, desarrolló su
actividad de maestro. Fue cuando
reaccionó
contra el sistema de enseñanza utilizado en las escuelas y propuso nuevas
ideas
en
relación a la forma de enseñar,
para que los alumnos aprendan por gusto, que sientan la alegría de
aprender y que estudien, no por obligación sino por deseo,
convencido de que los alumnos tomarían interés por la enseñanza sin
necesidad de gritos ni
amenazas, «una sonrisa en
lugar de una vara».
El sistema de Comenius
se
basaba
en tres pasos: comprender, retener y practicar; quedando
sintetizado en tres voces griegas que repetía a menudo:
Autopsia,
autocracia y autopraxia.
La hermandad morava, viendo en Comenius
integridad, celo apostólico,
cultura
universitaria y un
afán de investigador científico,
lo
ordenó ministro
evangélico a la edad de 24 años.
Fue por entonces cuando se casó con
Magdalena,
hermana de un gran amigo suyo.
Comenius
comenzó a trabajar como pastor y capellán de escuela en 1618, justamente
cuando comenzaba la Guerra de los Treinta Años (1618-1648).
Comenius
se daba cuenta de la terrible situación
por la que pasaba la gente
sencilla, maltratada por el trabajo forzado y cruelmente
explotada por las altas contribuciones.
Escribió un texto
Un llamado de los
pobres al cielo,
harto de las
grandes desproporciones
entre el lujo de la nobleza y la miseria del pueblo.
Decía que «el
primer deber es comer, antes que ser cristiano».
Los católicos, sobre todo las orden de los agustinos, y algunos
luteranos reaccionaron a sus críticas y le trataron de ateo y le
acusaron de corromper a los niños.


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